El Mundo Maya representado con Trespa
23 de Julio de 2013 - Mérida, Yucatán, México.
El Gran Museo del Mundo Maya es una celebración y un encuentro con la raíz más fuerte de la identidad yucateca, pero también es un recuento de cambios y transformaciones, de movilidad y migraciones, de la llegada de muchos individuos y grupos que se han mezclado y adaptado, de savia joven que ha nutrido la ceiba, el árbol sagrado de esta tierra.
Este proyecto se origina dentro del Proyecto de Turismo Cultural de Yucatán que el Gobierno del Estado lleva a cabo contemplando la elaboración del Plan estratégico de Chichén Itzá, El Palacio de la Civilización Maya y el Gran Museo Maya de Mérida; en este contexto, el Patronato Cultur convocó a una licitación pública nacional para la elaboración del proyecto ejecutivo del Museo Maya, con fallo favorable para 4A Arquitectos – ahora GRUPO ARQUIDECTURE -.
El terreno, con poco más de dos hectáreas de superficie y 250 metros de frente, ocupa el corazón del importante subcentro urbano norte de la ciudad; un polígono en proceso de consolidación que se prevé reactive su desarrollo con la construcción del nuevo huésped, ya que será un edificio multifuncional en medio del flujo natural entre plazas comerciales y espacios de entretenimiento.
Se creó un edificio con una expresión contemporánea de lo que los Mayas veneraron y no de lo que los mayas construyeron. El árbol sagrado de la Ceiba es un símbolo recurrente que se encuentra presente en todo el desarrollo de la cultura maya; es el elemento clave en la visión cosmogónica de la creación del mundo a partir de tres piedras y el árbol de la Ceiba, cuyas raíces penetran y conforman el inframundo, mientras que en el nivel del tronco es donde se desarrolla la vida y las actividades cotidianas a la sombra de la fronda que extiende sus ramas hacia el cielo y la trascendencia humana. El concepto se logra gracias a la flexibilidad y calidad del color de las placas Trespa con que el diseño exterior del edificio está conformado.
El diseño arquitectónico se integra al programa de necesidades y los espacios requeridos para las diferentes actividades funcionales. El eje este-oeste, determinado por la trayectoria aparente del sol, está siempre presente y dispone en este caso la colocación del follaje de la Ceiba. Bajo ella, tres volúmenes recuerdan la metáfora de las tres piedras de la mitología maya de la creación de la tierra y representan a la vez templos de la floreciente cultura.
Una gran plataforma desplanta al museo como el nuevo centro ceremonial de la cultura maya, debajo de la cual en el nivel del “inframundo” sus raíces albergan las bodegas de colecciones y áreas de investigación y estudio del gran acervo arqueológico que soportan la comprensión de esta cultura desde sus orígenes hasta nuestros días.
Subiendo la escalinata y al nivel del “tronco de la Ceiba”, se desarrollan las actividades y los servicios generales del museo con las taquillas, salas de exposición, relaciones públicas, educación infantil, restaurante y tienda de recuerdos.
Dentro de las ramas que conforman la fronda de la Ceiba se encuentran las oficinas de dirección y administración, la sala de cine de gran formato con instalaciones escénicas para diversas actividades artísticas y culturales así como las salas de usos múltiples, es en estos espacios donde se promoverá y discutirá el legado y la trascendencia de esta gran cultura.
El Museo se abre y se extiende hacia la ciudad, invitando a todos a conocerlo. Podrán realizarse proyecciones en los volúmenes que lo conforman, concediendo a todos los paseantes la oportunidad de gozar de un espectáculo sin igual durante las noches. La plaza de acceso sobre la plataforma podrá fungir como zona de espectadores para este fin.
El Gran Museo Maya será un espacio abierto y una experiencia de tiempo completo.